Por: Víctor Miguel Villanueva
Antes de comenzar a leer recuerde y cante el tema musical de entrada de la serie Los Años Maravillosos. (¿Ya?) Bueno, en realidad, el asunto de estas líneas no tiene mucho tiempo, sin embargo, otra vez, voy a apelar a la nostalgia.
Antes de comenzar a leer recuerde y cante el tema musical de entrada de la serie Los Años Maravillosos. (¿Ya?) Bueno, en realidad, el asunto de estas líneas no tiene mucho tiempo, sin embargo, otra vez, voy a apelar a la nostalgia.
El próximo lunes comienza un semestre más en el Bachillerato Tecnológico de Periodismo Deportivo José Ramón Fernández. Y habrá un reencuentro. Volveré a compartir una aula con Jessica, Ariangne (espero haberlo escrito bien), Guillermo, Fernando, Ángel, Andrés Felipe, Jorge, Javier, Arturo, Carlos y Mikel. Ellos fueron mis primeros alumnos en mi etapa docente.
En efecto, era enero de 2010, el día 12 para ser exactos, el día que balearon a Salvador Cabañas -para ser exagerado- cuando nos conocimos. Pero eso no es lo que quiero contar. Sino de otra cosa que me dejó –aún- más marcado:
Luego de curso de Prensa Escrita con ellos, cuestiones laborales me alejaron de la José Ramón Fernández. A finales de eso mismo 2010 el director Leopoldo Díaz de León me invitó a regresar. Acepté y una mañana me hice presente en la institución.
Apenas crucé la puerta, esos jóvenes, en ese entonces ya en tercer semestre, me rodearon y me dieron la muestra de afecto MÁS grande y esporádica en mi corta carrera en la docencia. Ese día forma ya uno de mis recuerdos más emocionantes de mi existencia.
Dicho esto, el lunes nos volveremos a encontrar. Ahora con la materia de Practicas Periodísticas. Es una franqueza que en lo personal me da mucho gusto volver a estar con ellos, de este lado es así, espero que del otro también. Lo que sí espero que para ellos sea una buena noticia es que ahora no serán 16 horas a la semana, esta vez sólo tendrán que soportarme cuatro: dos el lunes y dos el jueves.
Sé que muchos de ellos ya están en los medios de comunicación haciendo su servicio social. No me sorprende, tienen madera y conocimiento para estar ahí. Tienen un futuro alentador y seguramente duradero y lleno de satisfacciones, si saben detonar el talento que todos poseen.
También he constatado que Javier resultó un buen fotógrafo; que Jorge y Arturo están ya en una redacción; que pronto vendrá una gran oportunidad para Guillermo, Fernando y Ángel; y que los demás pronto comenzarán a caminar en el periodismo. Hoy todos ellos son ya “un croquis” de periodistas deportivos.
Eso sí, ya no podremos, como el semestre anterior, compartir el desayuno en la cafetería de la escuela; ni charlar en los pasillos; ni escuchar las anécdotas de Mikel, ni las exageraciones de Andrés Felipe con sus Pumas; ni los lamentos de Arturo por los descensos de Necaxa y RiverPlate.
Ya que a partir de este lunes a las 13.40, volveremos a ser alumnos y profesor. La exigencia será la misma, pero la promesa también: aprenderemos y nos divertiremos juntos. Y quizá, en un despiste mío, al final del semestre los acepte como amigos en el Facebook.
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